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Foto del escritorCarolina Aristizabal

Afrocolombianidad y Mujer

A la orilla de la playa del Pacífico, en Juanchaco y Ladrilleros, Luz Marleny Valencia, una señora de 38 años de edad, piel morena, pelo afro, un afro que parece tratado por productos alisantes, ojos cafés claros, y todas las particularidades que conlleva una mujer afrocolombiana; junto con su madre se encargan de atender a los turistas que cada día en esta época de avistamiento de ballenas llegan a disfrutar de las riquezas del océano.


Como mujeres emprendedoras que buscan sostener su negocio con productos del mercado para todo tipo de necesidades, venden orgullosamente la idea de productos naturales para el alisado temporal del cabello, pues posterior a hacerse varios procedimientos en su cabello (desde sus 15 años de edad), Luz Marleny Valencia ahora cuenta con una receta mágica y natural como la única que le ha servido para que su cabello rizado de poco grosor pueda volverse liso.


Paola Kazaran, afrocolombiana, modelo y psicóloga de profesión, quien creció con personas blancas con cabello liso, en la ciudad de Bogotá, se sentía distinta a las personas que estaba a su alrededor. Igual que Marleny, a sus 15 años le rogó a su madre que le dejara alisar su cabello y al hacerlo se sintió liberada de todos los prejuicios.

Todo empezó en su infancia, recuerda que en su salón de clases les hacían entender los estereotipos de belleza de mujeres con cabello largo, sedoso y liso, y por ser afro les hicieron creer que ellas nunca podrían llegar a ser un figura pública. A sus 17 años de edad, de tantas intervenciones en el pelo, su cabello se le fundió y empezó a andar con turbantes para tapar su calvicie.



El tener el cabello liso se ha vuelto casi que un ritual no solo para estas dos mujeres, sino para muchas chicas afro que aspiran a tener un cabello más controlado y suelto, la keratina por lo tanto ha funcionado como un tratamiento para el pelo y un método de control alisado para el cabello. Sin embargo, no solo la keratina se encuentra como opción, hay muchos productos dañinos que causan efectos secundarios como la caída del cabello o maltrato, y son usados frecuentemente por la ambición de tener un estilo distinto a su etnia.


En Buenaventura, existe un fuerte arraigo ante las mujeres negras, afrocolombianas y/o raizales, esta cultura se marca en todo el territorio y el amor hacia sus costumbres y su pelo es notorio en cuanto se llega a aquel terreno del Pacífico. Muchas de las mujeres afro tienden a realizarse procedimientos en su pelo para poder llegar a la dicha moda del alisado, dejando expuestos sus rizos y opacando eso que tanto caracteriza a la cultura afrocolombiana; sin embargo, la mayoría de ellas afirman que la moda volvió ahora a los crespos. "Ya la moda está en tener el pelo afro" es así como hoy más que nunca se busca rescatar tradiciones culturales que tanto identifica la diversidad de las mujeres colombianas.

Esta transición en la que se reivindican los rizos se necesita de cortar, estimular el cuero cabelludo, realizarse trenzado para estimular el crecimiento del pelo y sobre todo, de muchas mascarillas caseras con aceites. En realidad es un proceso muy duradero, dependiendo del tipo de cabello.


Por su parte existe otra forma de volver a los rizos naturales y es el El big chop o gran corte, con este método se corta todo el cabello y se deja crecer paulatinamente, se utiliza por lo tanto el cabello muy corto dándole un cuidado desde cero, esta transición se puede demorar 2, 3, 4 o 5 años, tiempo en el que el cabello vuelve a su forma natural. Es un tratamiento más radical, pero sus pros se centran sobre todo en que el pelo se vuelve mucho más fácil de mantener.

Se debe de saber que desde que se hacen ese tipo de procedimientos, el cabello se tiende a dañar porque se rompe su forma natural. Michely Ibargüen, afrocolombiana del Chocó, con su turbante rojo que la caracterizan, nos explica que en su cultura sólo es permitido realizarse el alisado desde los 15 años de edad. Michely admira el cabello natural, pero reconoce que es bastante difícil manejar su cabello, por esta razón se ha alisado el cabello tres veces; pero su primer alisado fue a los 12 años, por lo que se hizo el alisado para niños, para no maltratarlo con los componentes del tratamiento habitual.


En el año 2015 Michely empezó su transición cuando vio que parte de su cabello natural estaba creciendo, se cortó las puntas y se ayudó bastante con las trenzas, su preso de transición no termina, pero desde que no se tiene el cabello liso se demora un año en crecer."De hecho estoy pensando nuevamente en alisarme el cabello, porque no tengo el tiempo de arreglarlo y un cabello afro necesita de un cuidado, sino igualmente se va a dañar". Además, el cabello afro tiene un factor que es el factor de encogimiento y es que cuando se lava el cabello, este tiende a encogerse, lo que lo hace más complicado al manejarlo.


Ahora bien, Johanna Guevara, afrocolombiana de Tumaco Nariño y estilista desde hace 10 años, se enfoca en hacer trenzas, poner extensiones y turbantes a sus clientas, exaltando la cultura afro desde su salón de belleza. A los 20 años llegó a Bogotá y desde que hace los peinados afro, siente que representa el carisma de su cultura. Anteriormente, las trenzas era utilizadas en la época de esclavitud, las mujeres dentro del cabello trenzaba y metían semillas de todo tipo porque cuando escapaban podían tener cultivos de estas semillas, también se dice que servían como mapas para que los hombres afro mirando la cabeza de las mujeres pudieran guiarse y obtener la libertad.


Hay todo tipo de trenzas por un lado se encuentran las trenzas africanas, las cuales tienen estilo en zig zag, se pueden usar de lado, de medio lado, de para atrás, o como la mujer lo prefiera. Otro tipo de trenza puede ser la moña, que parece una piña, las Twists, que son trenzas de dos cabos, las Flats que son trenzas pegadas de dos cabos, las Dreads, entre otras.


El cuidado de las trenzas varía, Liliana, nacida en Buenaventura, Pacífico, tiene su rutina diaria para las trenzas, cada 15 días se manda a hacer nuevas trenzas y su atención esta en mantenerlas bien durante este tiempo. Después de cumplido el tiempo, ella procede a dejarse el pelo suelto, "la idea es tejer todo el pelo, separarlo en distintos pedazos pequeños, porque en menos cantidad más crespo, le hechas rince, se meten en agua caliente de 5 a 10 minutos, se seca con la toalla y se sueltan para que quede más voluminoso".


Las trenzas para Liliana son un cambio de look, suele hacérselas para cambiar su apariencia física natural, pero reconoce que para su cultura son muy importantes pues están distinguiendo a sus ancestros y están siguiendo la tradición. Para Liliana ser afro es lo mejor, en su caso personal, le encanta.


Un caso contrario es Carolina, la crespa Castro, modelo y afrocolombiana de la ciudad de Santa Marta, quien nunca se ha hecho trenzas pero manifiesta que la belleza de la mujer afro es inigualable. "Si realmente quieres ver un pelo fino es el pelo de las mujeres afro, y sobre todo de aquellas que tienen el tipo de cabello 4A, ese sí lo es". Entre más número tenga el pelo más densa es la onda, pero esto no quiere decir que es más grueso sino que es más delgado y ante todo más chuto.


El cabello afro y en especial el tipo de cabello 3C ,4A, 4By 4C es rizado y es más frecuente que lo tengan las mujeres con descendencia africana, como consecuencia de la adaptación a los climas cálidos y con fuerte insolación como lo son los climas de África.

El tipo de cabello 4A son rizos muy apretados en forma de remolinos o de S, tienen un ancho aproximado de tres milímetros, es el tipo de afro más definido de los tres, también se denomina como afro suave.


4B este tipo de cabello tiene forma de Z (Zig-Zag), es menos definido que la del tipo 4A y tiene el rizo más pegado y cerrado. Tiende a ser muy suave y áspero al tacto.

4C es el tipo de cabello afro más difícil, tiene la misma estructura de patrón de tipo zigzag del 4B, pero alternado con áreas con casi ninguna definición. Su rizo tiene un diámetro de un milímetro aproximadamente.




Ahora bien, los medios de comunicación y la publicidad por su parte, han sido factores externos que han llegado a crear todo un mito y unos estereotipos de belleza alrededor de la mujer, ha jugado en este caso en contra de la mujer afro pues han reforzado la idea que la belleza se encuentra en la mujer "blanca". Ahora último es que se puede hablar de una inclusión por parte de las campañas publicitarias hacia las mujeres raizales, como en el caso de H&M que busca enaltecer también la belleza de la mujer negra. No obstante, esto con fines comerciales pues como resalta Caro la Crespa Castro quien se ve involucrada en el mundo de los comerciales, afirma que así como ahora está en auge las chicas afro, asimismo, no son valoradas lo suficiente por el mercado como lo sería una chica blanca. "Nos pagan menos, pero eso sí, no siendo la protagonista del comercial, te muestran más a ti que a la chica blanca, sobre todo por nuestro pelo, les llama mucho la atención, les encanta, pero a la hora de la paga tu tiempo vale mucho menos que el del resto".


En principio, lo que ha hecho los medios y la industria de la moda, es ahora aceptar que existen diversas bellezas entre las mujeres colombianas, pero son ellos quienes definen cómo se representa cada chica para el público, por ejemplo es muy común ver ahora a la afro en vídeos musicales urbanos, o en las pasarelas vestidas de forma deportiva, con tenis y con ropa demasiado colorida para su color de piel. El dilema es, que si antes los medios solo marcaron un prototipo de belleza, ahora a la chica afro la han encasillado en uno solo. "A mi por mi afro y mi estatura no me llaman a nada más que a contactarme para "perrear" en vídeos de danza urbana, y nosotras somos más que esa chica que aparece bailando o a la que solo le ponen ropa deportiva, nosotras también podemos ser elegantes, sofisticadas y con clase", alude la crespa Castro.

A pesar de ello, la sociedad se ha dado cuenta que las mujeres afro también son lindas con su cabello natural o utilizando trenzas, de tal forma que las mujeres afro definen su cabello como la corona de la mujer. Es aquí donde lo realmente importante no es lo que se muestran en los medios, sino como esa mujer afrocolombiana se siente cómoda con su cabello; eso es lo que definirá el empoderamiento de la cultura afro.


En varios municipios de Colombia como en Buenaventura, que al ser un puerto de llegada para las importaciones internacionales donde todos los productos entran a este punto y se dirigen al resto del país, se acoge lo novedoso de la globalización. El mercado no excluye en este caso los productos de belleza y son ellos los que toman protagonismo entre la mujeres negras, afrocolombianas y raizales del Pacífico Colombiano.


Luz Marleny por vivir en la cuna de la afrocolombianidad, tal vez nunca se ha sentido discriminada por dejar su pelo afro natural, o lo contrario por aplicarse alisados temporales en su cabello, sin embargo, estas otras mujeres afro que salieron de su territorio de nacimiento se han tenido que enfrentar a todo tipo de miradas y comentarios y más viviendo en un contexto donde la mayoría son blancos y de pelo liso, esta adaptación cultural para muchas no ha sido fácil, pero para otras mujeres lo que ha hecho es permitirles reconocerse aún más con su etnia en la cultura donde escasamente se ven afros.


El pelo afro hace parte de las particularidades de la etnia, el empoderamiento a través del cabello es saber que este cuenta una historia y que le pertenece a cada mujer, que sobre todo es un cabello arreglado y decente que proviene de la aceptación de las culturas ancestrales que permiten dignificar a la mujer afro en el presente.


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